miércoles, 24 de junio de 2009

Libro Bob McCarthy

Referencia audiovisual sobre el capítulo dos del libro de GOD McCarthy como diría el gran Magú. Es el mejor libro de audio que ha caído en mis manos desde hace años y el único que afronta un estudio serio sobre el diseño y optimización de sistemas de refuerzo sonoro. Simplemente un grande...

Pares de micrófonos en estéreo

Mucho tiempo hace desde que en 1954 la RCA produjera lo que sería la primera grabación comercial estéreo de la historia. Las reproducciones en estéreo empezaron a proliferar durante toda la década de los 60 y es un estándar que perdura en la actualidad. Pero, ¿Cómo debe ser nuestra captación microfónica para producir esas imágenes estereofónicas?

Cualquier técnico de grabación que afronte una grabación multipista con los instrumentos diferenciados hará su mezcla estéreo en función de su creatividad. De esta manera, el técnico de sonido hará una producción estéreo lo innovadora que estime oportuno, aunque siempre existen unos patrones preestablecidos: el bombo y el bajo en el centro de la imagen estéreo por poner un ejemplo. Este modo de afrontar la captación es usado en el Pop y en el Rock, nosotros vamos más allá: ¿Qué ocurre cuando debemos ser totalmente fieles a la captación de música clásica en vivo?

Es fácil pensar que la captación microfónica va a ser totalmente diferente. Lo más recomendable es utilizar los llamados “pares”. Llamamos pares a la colocación de dos micrófonos orientados de tal manera que su mezcla nos “fotografíe” acústicamente lo que percibiríamos visualmente. Con esto no quiero decir que un único “par” sea el único requisito para afrontar una grabación profesional, en función de las necesidades también utilizaremos micrófonos puntuales para completar la imagen estéreo, para reforzar una sección determinada de la orquesta, para instrumentos solistas e incluso otro “par” más para una coral o uno más alejado para ajustar la relación de sonido directo y sonido reverberado, pero esto lo explicaré en sucesivos artículos. Para empezar, imaginemos que debemos afrontar la grabación en un espacio cerrado de una Orquesta sinfónica clásica sin refuerzo sonoro, sin instrumento solista y sin coro como aparece en la imagen; esa captación estereofónica debe ser totalmente fiel a la colocación de los instrumentos y su recreación con micrófonos puntuales a cada uno de los más de 50 instrumentos sería compleja. A priori, colocaremos un par justo detrás del puesto de dirección y en función de la altura y distancia así como del ángulo y separación de los micros concedida a ese par haremos un equilibro entre los instrumentos. Por ejemplo, si la sección de primeros violines es demasiado presente elevaremos el “par” del suelo. Una vez explicado esto, pasemos a ver las diferentes configuraciones de pares que podemos utilizar para afrontar la grabación. Vamos a diferenciar escuetamente tres grandes grupos de pares microfónicos: Pares coincidentes, pares casi-coincidentes y pares espaciados.

1. Pares coincidentes: Son aquellos pares donde las cápsulas de ambos micrófonos coinciden en un punto; es decir se superponen. Existen muchas posibilidades en función del ángulo que otorguemos al par: 180º, 120º, 135º, 90º y en función del tipo de micrófono: cardioide, hipercardioide o bidireccional.
2. Pares casi-coincientes: A diferencia de los coincidentes, en estos pares si existen una separación mínima de las cápsulas al igual que un ángulo. Nos encontramos varios estándares establecidos: ORTF, NOS, OSS
3. Pares espaciados: Aquí si existe una separación considerable entre ellos y frecuentemente no están angulados.

Una vez explicado lo que es un par microfónico estéreo y esperando que haya sido lo más ilustrativo posible, en posteriores artículos profundizaré más en cada uno de los grupos explicando las ventajas y desventajas del uso de cada uno de ellos así como su configuración.